
En las faldas de un cerro cercano al mar, solía habitar un ser que jamás nadie logro imaginar. No le bastaba todo su hogar, sino que siempre quería más. Sus vecinos a otro lugar se habían mudado, pues Teresa los había espantado con su actuar un poco exagerado, hace unos años a la soledad ella ya se había acostumbrado. Antiguamente Teresa solía sonreir y con sus amigos compartir, con una amabilidad incondicional ella lograbra cautivar, su amistad decia entregar y que en ella podían confiar; con su gran amistad su plan lograba conformar y sin darse cuenta la personalidad de sus amigos adaptar, ella sólo su personalidad quería alimentar.
Mucho tiempo pasó y de uno en uno a sus amigos espantó, poco a poco comenzaron a partir fuera de ahí, pues cerca de ella ya no querian vivir. Formaron una nueva ciudad en donde todos eran una comunidad. Teresa sola quedó y en un principio le gustó, tenía todo el terreno para ella y los frutos no debía compartir, pero poco a poco sola se comenzó a sentir. Pena tenía y ya no había nadie para consolarla, Risa tenía y ya no había nadie para sonreir con ella, enojada... no, enojada ya no podía estar, pues no había nadie que la hiciera enojar, fuera de la comunidad solía pasar a sus exvecinos con envidia mirar, más nada podía hacer, no queria dar su brazo a torcer y sola vió el atardecer. Día a Día solía cantar, pues eso lograba su soledad amortiguar y sólo los pájaros la iban a contemplar ...
PD: Kyu... Hola? hahaha xD
Te adoro *O*