El miedo estaba a mi puerta
salí armada solamente con la fe
y el miedo había desaparecido.
Dos fuerzas poderosas compiten
por el dominio de tu mente:
el miedo y la fe.
El miedo afecta la circulación de la sangre,
estimula la secreción de tus
glándulas endocrinas, perturbando
tu sistema nervioso y la regularidad
del trabajo de tu corazón.
Vence el miedo con la fe para que puedas
vivir sano y ser muy efectivo en tu trabajo.
Pide a Dios el poder espiritual de la fe,
que destierra el miedo y te concede valor
para enfrentar los riesgos
y superar los peligros.
salí armada solamente con la fe
y el miedo había desaparecido.
Dos fuerzas poderosas compiten
por el dominio de tu mente:
el miedo y la fe.
El miedo afecta la circulación de la sangre,
estimula la secreción de tus
glándulas endocrinas, perturbando
tu sistema nervioso y la regularidad
del trabajo de tu corazón.
Vence el miedo con la fe para que puedas
vivir sano y ser muy efectivo en tu trabajo.
Pide a Dios el poder espiritual de la fe,
que destierra el miedo y te concede valor
para enfrentar los riesgos
y superar los peligros.